Sé indulgente conmigo y déjame sentarme a tu lado. Luego acabaré lo que tengo entre manos.
Cuando no puedo contemplar tu rostro, mi corazón no sabe de descanso ni de sosiego; mi trabajo se convierte en un afán interminable en medio de un mar de fatigas ilimitadas.
...
Es el momento de sentarnos tranquilos, tú y yo frente a frente, y de cantarte la ofrenda de mi vida con este ocio pleno y callado.
Cuando no puedo contemplar tu rostro, mi corazón no sabe de descanso ni de sosiego; mi trabajo se convierte en un afán interminable en medio de un mar de fatigas ilimitadas.
...
Es el momento de sentarnos tranquilos, tú y yo frente a frente, y de cantarte la ofrenda de mi vida con este ocio pleno y callado.
Gitanjali 5, R. Tagore
No hay comentarios:
Publicar un comentario